"La Comunicación en la Pareja"
Uno de los elementos más importantes de la comunicación, es "el lenguaje", mismo que distingue al ser humano de los demás seres vivos sobre la faz de la tierra; esta facultad se ha manifestado de distintos modos y con diversos grados de complejidad.
La comunicación ha jugado un papel fundamental en la vida de los seres humanos, por lo que siempre ha estado presente en el progreso de la civilización, la necesidad del ser humano de comunicarse para satisfacer sus necesidades, lo ha llevado a lo largo de los siglos a buscar diferentes formas de mejorarla y, en ocasiones de complicarla.
La comunicación es omnipresente, es inherente a la naturaleza humana y por más que nos esforcemos por no comunicar, jamás lo conseguiremos.; nos comunicamos con nosotros mismos y con los demás.
No hay nada que sea lo contrario de conducta, la no-conducta no existe, es imposible no comportarse. En una situación de interacción, toda conducta tiene valor de mensaje, es decir, es comunicación; por eso, por más que lo intente, no es posible dejar de comunicar. Actividad o inactividad, palabras o silencio, tienen siempre valor de mensaje: influyen sobre los demás, quienes a su vez, no pueden dejar de responder a tales comunicaciones y, por tanto, también comunican.
La comunicación puede ser interferida por elementos, físicos o psíquicos, mismos que provocan una pérdida o distorsión en el contenido o forma del mensaje.
Dentro de la comunicación existen características de transmisión de la información que es el contenido, donde se utilizan las palabras precisas cuyo significado expresa lo que se desea comunicar, este acto se realiza de manera consciente. El tema, en el proceso comunicativo se genera entre personas y cada una de ellas tiene una serie de experiencias de vida total y absolutamente diferentes, así cada uno de ellos le asigna valores diversos al mensaje, y ese valor está en función de una apreciación meramente subjetiva, pues esta revestida de emociones y sentimientos.
El tema que se quiere abordar implica para cada uno de los participantes un interés especial, dependiendo si le es significativo estará o no en condiciones de responder y retroalimentar la información del mensaje, así como, el esfuerzo por escuchar por descifrar las expresiones emocionales, gestuales y corporales que envía el emisor.
La historia de vida personal, además de la diferencia de estructura psíquica permite a las personas entender de manera diferente un mismo mensaje; así como pueden emitir juicios y percepciones diferentes a los mensajes recibidos.
Considerando que el individuo es un ente conformado por aspectos bio-psico-sociales, encontramos que cada uno de ellos lo determina de manera particular y única; con esta información el sujeto va desarrollando su propia estructura psíquica, de esta manera va creando su interpretación del mundo los sucesos que vive y las relaciones que establece tienen un significado; con esta información los sujetos interactúan y promueven vínculos afectivos y comunicacionales y es justamente esta interpretación la que lleva al sujeto a escuchar lo que él quiere escuchar e interpreta del mundo lo que de alguna manera conviene a sus intereses y no necesariamente lo que sucede de manera objetiva.
Claro está que dentro del área psíquica encontramos una división denominada consciente y otra inconsciente, cuando se dice que es lo que le conviene escuchar e interpretar no necesariamente esta relacionada con los aspectos conscientes y sí con los inconscientes.
Cuando la pareja se consolida, los cónyuges establecen una determinada forma de comunicarse que le es propia y donde se definen las características de personalidad, el nivel de poder de cada uno en referencia al otro y sobre todo deja ver el tipo de relación que han construido, dentro de un marco de confianza y aceptación en donde cualquier esfuerzo de comunicación es exitoso. Al contrario cuando el nivel es bajo la comunicación se malentiende o se cierran las vías para expresar el mensaje.
Un grave error en cualquier relación de pareja, y desgraciadamente un error más común de lo que pudiera parecer, es la falta de entendimiento, abstenerse de comunicar los sentimientos, pensamientos, esperanzas, o miedos a la persona con la que compartimos nuestra vida, ya sea por vergüenza, ya sea por temor a menoscabar nuestra posición, ya sea por el motivo que sea, acabará conduciendo inevitablemente a la destrucción de esa relación; puede que no ocurra nada espectacular, que no se produzcan grandes discusiones o arrebatos, pero si muere el diálogo, la relación morirá con él más tarde o más temprano, se corre el riesgo de acabar con una relación que se mantiene por inercia o por comodidad, con ausencia del crecimiento personal. En la actualidad la comunicación ha sufrido en términos de tiempo una alteración; debido al establecimiento de nuevos roles entre la pareja, ya que antiguamente estaban muy bien definidos, él proveedor económico y ella encargada del cuidado de los hijos y de la casa, contando aparentemente con mayor tiempo para intercambiar ideas y sentimientos; sin embargo, el ingreso de las mujeres al aparato productivo implicó una modificación sustancial a los roles y a las posibilidades de comunicarse, en virtud de que, ahora los dos se encuentran ocupados en sus respectivos trabajos, además de tener la responsabilidad del aseo, mantenimiento y despensa de los hogares, sin incluir el aspecto de las distancias y el tránsito de la ciudad. Con lo anterior la disponibilidad de tiempo para compartir se reduce sensiblemente, quizá esos motivos llevan a la pareja a implementar en cualquier lugar sus intercambios de información y en muchas ocasiones se enfrentan a varios obstáculos como la distancia física en la que se hablan o en ocasiones se comunican frente al televisor en donde se evaden para no enfrentar realmente lo que tienen que decirse, esta forma de comunicación entre las parejas va generando una mayor distancia entre ellos y un detrimento en la intimidad, sin perder de vista los aspectos personales en donde se establecen posiciones de poder, así como la historia personal y la diferencia de estructura psíquica, que influye en cómo se recibe y se interpreta el mensaje creando juicios y percepciones que no tienen que ver con la intención del otro, cada uno interpreta de acuerdo a sus intereses y necesidades perdiendo la objetividad del mensaje.
Considerando a la pareja como ese espejo donde se refleja de manera genuina uno al otro, es entonces un espacio donde se puede promover el camino de la individuación; es a través de la comunicación que se posibilita una mejor convivencia y sobre todo el poder integrar los aspectos de la sombra de los individuos para su propio crecimiento.
Partiendo del planteamiento de que los factores de la comunicación se correlacionan con los factores de la satisfacción marital, se sugieren algunos aspectos generales para mejorar la comunicación en pareja; fomentar un clima de confianza y aceptación en donde se incluyan elementos tales como: respeto, empatía, reconocimiento de las necesidades y sentimientos propios y del otro, capacidad para escuchar, asegurar que el mensaje es entendido como el emisor lo trasmite, no interrumpir hasta que el otro haya terminado de hablar, elegir el momento adecuado, la forma en como se dice el mensaje, la congruencia entre lo que se dice y lo que se muestra con lenguaje corporal, la posición física de cada uno en el proceso comunicativo y la inexistencia de variables ajenas (música, televisor, libros u otra personas). Además la empatía favorece la comunicación ya que se entiende la posición del otro desde su marco de referencia evitando así los juicios.
Cuando los integrantes de la pareja logran expresar sus ideas, sentimientos, necesidades y expectativas en forma adecuada llegan a establecer acuerdos entre ellos, estarán beneficiándose mutuamente tanto a nivel de relación como de individuo.
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